Hace 400 años...
- Corre amada mía, pronto llegaremos a la frontera y estaremos a salvo.
- No puedo más querido, sálvate tu, yo me quedare aquí
- Jamás te dejaría aquí, prefiero morir antes que vivir sin ti
- No digas tonterías, tu tienes una causa por la que luchar.
- Pues entonces cargare contigo hasta la frontera.
- No podrás lograrlo, solo te retrasaría, tu única esperanza es seguir solo.
- No puedo hacerlo, busquemos un escondite hasta que caiga a noche, entonces podremos escabullirnos entre las montañas sin que nos vean.
- Tu sabes que eso no funcionará, ellos son los mejores rastreadores del mundo.
- Amor mío, ya es demasiado tarde para todo, estamos rodeados.
- ¡Oh no! Pudiste haberte salvado…
- Si te hubiera dejado aquí, estaría condenado.
- Antes de que esa lluvia de flechas caiga sobre nosotros quiero decirte que te amo y que te amare por toda la eternidad.
- Yo también te amo y te prometo que nos volveremos a encontrar en otra vida.
- Adiós Amor mío
- Adiós.
lunes, 28 de enero de 2008
jueves, 10 de enero de 2008
Viaje Inesperado
En un aeropuerto…
- Disculpe señorita que la moleste pero creo que la conozco de algún lugar.
- Sabe que a usted también le veo cara familiar.
- Permítame que me tome el atrevimiento de preguntar cual es su nombre
- Me llamo Carmelia Gomez ¿y usted?
- Mi nombre es Don Eustaquio de la Cruz Esteche.
- Pues no recuerdo a nadie con ese nombre
- Ni yo con el suyo señorita pero sigo insistiendo que me es muy familiar
- ¿Cree usted que tal vez nos hayamos conocido en otra vida?
- No creo en esas cosas, pero no le veo otra explicación posible a esta situación
- Me gustaría seguir charlando pero ya debo tomar mi vuelo ¿volveré a verlo?
- Eso espero, me siento muy a gusto charlando con usted
- En 15 días vuelvo a este mismo aeropuerto ¿tendré el gusto de verlo aquí?
- No tenia en mis planes volver en 15 días, pero por volver a verla lo hare
- Pues entonces nos encontramos dentro de 15 días en este mismo lugar.
- Me parece perfecto, que tenga un lindo vuelo
-Adiós.
El vuelo de Carmelia Gomez jamás llego a destino y esa misma noche Don Eustaquio no sobrevivió a un paro cardiaco. Tal vez se vuelvan a encontrar en otra vida.
- Disculpe señorita que la moleste pero creo que la conozco de algún lugar.
- Sabe que a usted también le veo cara familiar.
- Permítame que me tome el atrevimiento de preguntar cual es su nombre
- Me llamo Carmelia Gomez ¿y usted?
- Mi nombre es Don Eustaquio de la Cruz Esteche.
- Pues no recuerdo a nadie con ese nombre
- Ni yo con el suyo señorita pero sigo insistiendo que me es muy familiar
- ¿Cree usted que tal vez nos hayamos conocido en otra vida?
- No creo en esas cosas, pero no le veo otra explicación posible a esta situación
- Me gustaría seguir charlando pero ya debo tomar mi vuelo ¿volveré a verlo?
- Eso espero, me siento muy a gusto charlando con usted
- En 15 días vuelvo a este mismo aeropuerto ¿tendré el gusto de verlo aquí?
- No tenia en mis planes volver en 15 días, pero por volver a verla lo hare
- Pues entonces nos encontramos dentro de 15 días en este mismo lugar.
- Me parece perfecto, que tenga un lindo vuelo
-Adiós.
El vuelo de Carmelia Gomez jamás llego a destino y esa misma noche Don Eustaquio no sobrevivió a un paro cardiaco. Tal vez se vuelvan a encontrar en otra vida.
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